GUSTO

 El gusto es uno de los cinco sentidos principales del cuerpo humano, y es responsable de detectar los sabores de los alimentos que comemos. Este sentido es importante no solo para disfrutar de la comida, sino también para identificar los alimentos que pueden ser tóxicos o dañinos para nuestro cuerpo.


Anatomía

El sentido del gusto comienza en la lengua, donde hay pequeñas estructuras llamadas papilas gustativas que contienen células sensoriales. Estas células se activan cuando entran en contacto con las moléculas de los alimentos, que luego envían señales al cerebro para interpretar los sabores.

Hay tres tipos de papilas gustativas en la lengua: fungiformes, foliadas y caliciformes. Las papilas fungiformes son las más comunes y se encuentran en la punta y los lados de la lengua. Las papilas foliadas se encuentran en la parte posterior de la lengua, mientras que las papilas caliciformes se encuentran en la parte posterior de la lengua y son las más grandes de las tres.

Además de las papilas gustativas, el sentido del gusto también está influenciado por otros factores, como la textura y la temperatura de los alimentos, así como el olor y la apariencia.


Clasificación de sabores

Existen cinco sabores principales que pueden ser detectados por las papilas gustativas: dulce, salado, amargo, umami y ácido. Cada sabor es detectado por diferentes células sensoriales y se procesa de manera diferente en el cerebro.

Dulce: es el sabor asociado con los carbohidratos y los azúcares. Este sabor se detecta en la punta de la lengua y es agradable para la mayoría de las personas.

Salado: es el sabor asociado con el sodio y otros minerales. Este sabor se detecta en la parte frontal de la lengua y es importante para la regulación de los fluidos corporales.

Amargo: es el sabor asociado con muchos compuestos vegetales y medicamentos. Este sabor se detecta en la parte posterior de la lengua y puede ser desagradable para algunas personas.

Umami: es el sabor asociado con los aminoácidos y las proteínas. Este sabor se detecta en la parte media de la lengua y es común en muchos alimentos, como la carne y el queso.

Ácido: es el sabor asociado con los ácidos y los cítricos. Este sabor se detecta en los bordes de la lengua y puede ser agradable o desagradable según el contexto.


Influencia del olfato en el gusto

El olfato y el gusto están estrechamente relacionados, y juntos crean la percepción del sabor. Cuando comemos, los aromas de los alimentos viajan hacia nuestra nariz y llegan a los receptores olfatorios. La información que recogen los receptores olfatorios se envía al cerebro, donde se combina con la información del gusto para crear la sensación de sabor. Por lo tanto, si se tapa la nariz mientras comemos, no podemos percibir muchos de los sabores y matices que normalmente detectaríamos.

 

Cambios en la percepción del gusto

La percepción del gusto puede cambiar por diversas razones. Al envejecer, las papilas gustativas pueden disminuir en número y sensibilidad, lo que puede afectar la capacidad para detectar sabores. Algunas enfermedades o medicamentos también pueden alterar la percepción del gusto. Por ejemplo, la quimioterapia puede causar un sabor metálico o amargo en la boca. Además, las lesiones en la cabeza pueden afectar la percepción del gusto y del olfato.



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